miércoles, 12 de enero de 2011

Peculiarmente hermoso

Mis besos eran torpes, no podía coordinar los movimientos de mis labios. Asumiendo que en lo único que podía pensar, era en la situación que poco a poco nos envolvía a las dos. Me resigne a seguirle el paso, lentamente, suavemente, dulce y acido a la vez  y mientras el calor corporal subía, las respiraciones agitadas chocaban en el aire dejando llegar un suave sonido de placer a mis oídos, fue ahí cuando me di cuenta, tuve un momento de conciencia, pero al instante me deje sumergir en una felicidad pura y llena de magia.
Fui recorriendo con delicadeza cada centímetro de tu piel apreciándola como si fuera la primera y última vez que mis manos tocaran tanta suavidad. No quedo lugar de nuestros cuerpos  sin recorrer con caricias y besos.
Quise detener el tiempo aunque sea por un momento, un momento eterno lleno de  vos.
Hace tiempo ya que paso este maravilloso encuentro aquella tarde de lluvia. Por más que intento recordar  ese acto tan fuerte, mi cabeza tiene nubes que nublan mi visión. Ya no encuentro palabras para describir aquella magia, y poco a poco voy olvidando todo, tus besos, tus labios, tu sonrisa y ese sabor dulce que guardabas con misterio.
Solo me queda sentarme a esperar, que la pasión nos maneje como aquella vez y que algo nuevo se grave en mi memoria.


                                                                                                                          Macarena Gaona

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