Vietnam.

Todos, todo aquí en mis ojos,
en mis oídos, en mi garganta, gritando.
Los esclavos, las miserias,
las impotencias del mundo entero
están aquí en mis manos.
Porque yo sé.
En todas partes, agazapados,
todos juntos empujando,
trampas, desnudez, muertes
y lágrimas.
Me tiran piedras si callo.
Hoy vivo mi Vietnam, cada mañana,
el hombre me pertenece y hasta
mi puerta veo llegar manos sin nombre,
que sin duda alguna, esperan mi palabra.