lunes, 25 de abril de 2011

Lluvia y promesas rotas

Hoy llueve, es viernes y parece domingo.
Mañana durmiendo, mediodía almorzando.
Tarde, esperando para salir y nada pasa.
Nadie sale, todo se queda quieto y estoy sentada en un sillón
pensando en que la lluvia pare para poder salir a
respirar aire puro, quisiera sentir la brisa, las gotas de agua rozando
mi cuerpo, pero sólo eso. Que ese chaparrón no venga
porque no quiero que empeore la salida que tenía planeada con papá.
Pero en mi conciente sé que eso va a suceder.
Las promesas no van a ser cumplidas por culpa de este maldito día.
Y aunque ame la lluvia, estas cosas de improvisto no me gustan para nada.

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