domingo, 25 de diciembre de 2011

Mi nueva vida será un sueño.


Quiero despertarme en un sueño y seguir viviendo allí dentro, envuelta en él, como se cobija un feto en el útero de su madre. Quiero que sea un sueño de esos en que no te importa que la gente que quieres muera, porque sabes que volverán a aparecer en cualquier momento, como si nada hubiera pasado. Un sueño en colores, que los que sean en blanco y negro me recuerden mi niñez y me agobien, me provoquen sensación de claustrofobia. Un sueño donde todo el mundo pasee desnudo, con la cabeza bien alta, moviendo voluptuosamente todo lo que desee moverse, y donde nadie sienta vergüenza, ni tenga frío, aunque sea invierno. Un sueño donde, de repente, pases de hablar a coger sin que sepas porqué, y sin que tengas que enviar luego flores a nadie. 
En cuanto lo tenga todo listo y acondicionado, llamaré a un psiquiatra, le enseñaré unas cuantas fotos tomadas de mi sueño, y le pediré que me lo psicoanalice, a ver si tiene los huevos suficientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario