viernes, 13 de enero de 2012

Mañana

No parar de pensar, y no dejar de hacerlo. Hasta llegar a esa conclusión que se siente como un balazo de libertad en las sienes.
Bang!

jueves, 5 de enero de 2012

lunes, 2 de enero de 2012

Dedicado a mi Dios personal.

Mientras el acido va carcomiéndome las sienes, puedo sentir como poco a poco me infiltro en un mundo, el cual es totalmente mio y desorbitado de los otros mundos. Delirante sensación de euforia y adrenalina. Y mientras voy descubriendo los pequeños placeres de este mundo alucinante, voy recogiendo margaritas y flores de todo tipo de colores.
Voy acercándome más y más al límite que separa a mi cordura, de un inframundo totalmente desconocido para mí. Interesante y atrapante por momentos, cuando juego a salirme del limite. Cuando juego a  salirme del límite, mi cabeza, mi espíritu, mi integridad física, conocen todo tipo de placeres. Cuando juego a salirme del límite, todo es color de rosa, o mejor dicho de muchos colores. Pero cuando juego a salirme del límite, sin miedo a  quedar atrapada en lado menos conveniente….Sin conocer bien cual es lado menos conveniente, entro en pánico y me pierdo en mi cabeza desbaratada.
Y tratando de entender, si todas las cosas hermosas que se provocan en mi, si toda la felicidad más pura que me inunda en este momento es falsa. Me lleno de tristeza.
Entonces recapacito y sé que estoy delirando. Sé que pronto voy a quedar atrapada en este mundo de ilusiones rotas, en un mundo donde los ojos no reflejen mi alma y yo no sepa encontrarme.
Pero ahí sé, que alguien me encuentra entre tanto delirio, para venir y explicarme las cosas clarito. Para venir a calmar mis ansias de mas delirio.
Vos. Mi Dios.
 Sos como la droga que necesita mi cerebro. Tus palabras y todo lo que ellas esconden, me sumergen en un vaivén de preguntas hasta cierto punto ilógicas, pero sabiendo bien que son reales y llenas de sabiduría.
Sin poder entender bien toda la hermosura que esta vida depara para nosotros, y no haberla visto hasta ese entonces, en donde elegimos salirnos del limite y jugar un rato con la realidad. Y alucinar hasta descostillarte de la risa, y saber bien que tu cabeza esta en una conexión extra sideral con el universo que te rodea. Y que te guste.
Yo no se si decir, que es reconfortante, que es peligroso o simplemente que ya no entiendo nada y me encanta estar as
í.
Fin.