martes, 26 de abril de 2011

Ida y desilución

Recuerdo que te fui a buscar al hospital.
Tan hermosa como tu inocencia perdida.
Nunca podré olvidarte mientras te siga recordando.
Y las lágrimas se vuelven a hacer presente hoy.
Las palabras del médico fueron crudas pero verdaderas.
Te ibas, te ibas y no volverías.

Me dejabas tu ausencia.
Sueños de veranos convertidos en inviernos.
El aroma de tu piel sin tu piel en la cama.
Las palabras del médico fueron crudas pero verdaderas.
Te ibas, te ibas y no volverías.

No demostré furia pero sí incomprensión.
No entendía ni quería entender tu despedida.
Las luces se volvían oscuras y en ellas me hundía.
Las palabras del médico fueron crudas pero verdaderas.
Te ibas, te ibas y no volverías.

Vos te encontrabas junto a él y no decías nada.
Yo pregunté por las causas sin poder entrar en razón.
La respuesta era sencilla...
Ya nada sería como antes porque ya todo se había acabado.

Entonces comprendí aquellas palabras...
Las palabras del médico, crudas pero verdaderas.
Te ibas, te ibas y nunca más volverías...
Porque era del médico de quien te habías enamorado.
Y una nueva vida junto a él comenzarías.

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